La semana pasada debían renovarse las autoridades de cada una de las facultades de nuestra ciudad. Desafortunadamente, algunos grupos que -tras participar de un acto electoral limpio- no se sintieron a gusto con su resultado, optaron por comportarse como maleantes de esquina (rememorando los mejores momentos de las "SA" de Ernst Röhm). Así, en la madrugada y cual "okupas", violentaron las puertas de varias Casas de estudio para impedir la elección de los decanos respectivos.
Mariano Balla, un amigo de la Fac. de Humanidades, me mandó el texto -que suscribo casi en su totalidad- al respecto de esta nueva acción patoteril de grupúsculos (maoístas en el caso de Humanidades) que utilizan a la universidad como un medio para fines en nada relacionados con la educación, la excelencia o el libre uso de la propia razón:
"Quienes nos sentimos protagonistas de la vida universitaria y herederos de los principios democráticos de la Reforma Universitaria de 1918, no podemos menos que sentirnos agraviados por los acontecimientos ocurridos el jueves 20 de abril.
"Porque ese día, debía desarrollarse la elección que designe al Decano y Vicedecano de nuestra Facultad, luego de que los procesos electorales de cada uno de los cuatro claustros que integran el cogobierno se expresasen eligiendo democráticamente a sus representantes para el Consejo Directivo.
"Esta mecánica, que cada cuatro años garantiza el recambio de autoridades, constituye además un pacto que renueva el compromiso participativo y la pertenencia a los espacios institucionales.
"Precisamente esa instancia es la que un grupo minoritario de estudiantes pertenecientes a la agrupación ALDE impidieron concretar. Y lo hicieron de la peor manera, realizando una “toma de la Facultad” para impedir el libre ejercicio democrático. Este hecho que se produjo, además, violentando las puertas de nuestra Facultad, nos muestra a las claras que hay quienes consideran los ámbitos públicos como bienes privados en los que se puede hacer cualquier cosa con total impunidad; y marca también tristemente la banalización de ciertos instrumentos de lucha, ya que una “toma de Facultad” implicaba, otrora, una medida contra el avasallamiento autoritario. Hoy, en cambio, pareciera ser el recurso que algunos toman para impedir uno de los derechos elementales: la posibilidad de elegir y ser elegido.
"Este grave hecho institucional manifiesta el profundo desprecio que esta agrupación política tiene hacia todos aquellos que piensan distinto de ellos y, al igual que las más lamentables ideologías autoritarias y mesiánicas recurren a una jerga que articula la “fe revolucionaria” en un campo político; pensamiento redentor y evangélico del cual se consideran legítimos exegetas. Al no poder pensar su propia derrota, su discurso siempre es el de la denuncia, la difamación y la violencia, porque para ellos siempre…“el infierno son los otros”.
"Frente a esta concepción sectaria, estamos quienes consideramos necesario profundizar los espacios democráticos ganados en años de lucha por la Universidad Pública. Y desde éstas convicciones que nos han marcado desde siempre, repudiar ésta metodología que nos retrotae a oscuros momentos de nuestra historia: quienes entraron a la Universidad Pública derribando a patadas sus puertas para impedir el ejercicio democrático eran los policías de Onganía en la “noche de los bastones largos”.
"Por todo esto, quienes formamos parte activa de la vida universitaria, docentes, estudiantes, graduados y no-docentes exhortamos a que la Facultad elija sus autoridades respetando las decisiones soberanas que los claustros democráticamente se dieron en sus elecciones. Este paso constituye la condición necesaria para que triunfen los valores de la tolerancia, la racionalidad, el respeto y la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos. Ese, como siempre, es nuestro compromiso".
Mariano Balla, un amigo de la Fac. de Humanidades, me mandó el texto -que suscribo casi en su totalidad- al respecto de esta nueva acción patoteril de grupúsculos (maoístas en el caso de Humanidades) que utilizan a la universidad como un medio para fines en nada relacionados con la educación, la excelencia o el libre uso de la propia razón:
"Quienes nos sentimos protagonistas de la vida universitaria y herederos de los principios democráticos de la Reforma Universitaria de 1918, no podemos menos que sentirnos agraviados por los acontecimientos ocurridos el jueves 20 de abril.
"Porque ese día, debía desarrollarse la elección que designe al Decano y Vicedecano de nuestra Facultad, luego de que los procesos electorales de cada uno de los cuatro claustros que integran el cogobierno se expresasen eligiendo democráticamente a sus representantes para el Consejo Directivo.
"Esta mecánica, que cada cuatro años garantiza el recambio de autoridades, constituye además un pacto que renueva el compromiso participativo y la pertenencia a los espacios institucionales.
"Precisamente esa instancia es la que un grupo minoritario de estudiantes pertenecientes a la agrupación ALDE impidieron concretar. Y lo hicieron de la peor manera, realizando una “toma de la Facultad” para impedir el libre ejercicio democrático. Este hecho que se produjo, además, violentando las puertas de nuestra Facultad, nos muestra a las claras que hay quienes consideran los ámbitos públicos como bienes privados en los que se puede hacer cualquier cosa con total impunidad; y marca también tristemente la banalización de ciertos instrumentos de lucha, ya que una “toma de Facultad” implicaba, otrora, una medida contra el avasallamiento autoritario. Hoy, en cambio, pareciera ser el recurso que algunos toman para impedir uno de los derechos elementales: la posibilidad de elegir y ser elegido.
"Este grave hecho institucional manifiesta el profundo desprecio que esta agrupación política tiene hacia todos aquellos que piensan distinto de ellos y, al igual que las más lamentables ideologías autoritarias y mesiánicas recurren a una jerga que articula la “fe revolucionaria” en un campo político; pensamiento redentor y evangélico del cual se consideran legítimos exegetas. Al no poder pensar su propia derrota, su discurso siempre es el de la denuncia, la difamación y la violencia, porque para ellos siempre…“el infierno son los otros”.
"Frente a esta concepción sectaria, estamos quienes consideramos necesario profundizar los espacios democráticos ganados en años de lucha por la Universidad Pública. Y desde éstas convicciones que nos han marcado desde siempre, repudiar ésta metodología que nos retrotae a oscuros momentos de nuestra historia: quienes entraron a la Universidad Pública derribando a patadas sus puertas para impedir el ejercicio democrático eran los policías de Onganía en la “noche de los bastones largos”.
"Por todo esto, quienes formamos parte activa de la vida universitaria, docentes, estudiantes, graduados y no-docentes exhortamos a que la Facultad elija sus autoridades respetando las decisiones soberanas que los claustros democráticamente se dieron en sus elecciones. Este paso constituye la condición necesaria para que triunfen los valores de la tolerancia, la racionalidad, el respeto y la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos. Ese, como siempre, es nuestro compromiso".
1 comment:
Es increíble que estemos a casi dos meses de tu post y aún no se haya elegido el rector. Sin duda es un buen momento para ponernos a pensar ¿qué está pasando en la Universidad?
La imagen de Humanidades ha decaído en los últimos años. Ya no es sólo la precaria situación edilicia, los techos que se caen, la falta de pintura, la mugre que se ve en cada rincón. Tampoco es la falta de agua o la falta de gas. Se ha sumado a todo esto la crisis social que se vive en Rosario. Los pasillos inundados de niños que piden monedas, vendedores ambulantes. Nos estamos haciendo responsables de una situación que sólo va a empeorar. Sabemos que algo anda mal y lavamos nuestra conciencia con un par de monedas. No nos damos cuenta que estamos metiendo la basura debajo de la alfombra.
Estamos cometiendo un delito fomentando el trabajo infantil y al no proteger los derechos de los niños.
Al sin duda está sucediendo... hace dos meses que se debía elegir el rector.
Eso parece un hecho casi insignificante, si lo comparamos con la situación salarial de los docentes...
Idiotas, eran en Grecia, los ajenos del gobierno, los que no eran políticos. Somos tan idiotas que no defendemos lo público de nuestra Universidad.
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