Hace un par de días hubo elecciones en Polonia, y fue electo como Primer Ministro Donlad Tusk, del liberal Partido "Plataforma Cívica". La propuesta más sobresaliente del flamante premier se resume en "ser la nueva Irlanda". Es decir, bajar impuestos, liberalizar mercados, competir y abrirse al mundo. Nada de "pactos sociales" o de "retoques" en los índices inflacionarios... ni siquiera alguna que otra amenaza de controles de precios o algún palabrerío vacío acerca de la "nueva institucionalidad".
Pese a estos peligrosos síntomas de "lesa-kristinidad", parecería que Polonia comienza a retomar la senda del progreso, con un gobierno racional y serio. No podía esperare otra cosa del país que dio al mundo a la figura más importante del siglo XX, Juan Pablo II, y cuyos granaderos, en un último y desesperado intento, llevaron a cabo heroicamente la última carga de caballería de la historia, frente a la "blitzkrieg" nazi.
PS: el del retrato es mi "tocallo" Chopin.
Pese a estos peligrosos síntomas de "lesa-kristinidad", parecería que Polonia comienza a retomar la senda del progreso, con un gobierno racional y serio. No podía esperare otra cosa del país que dio al mundo a la figura más importante del siglo XX, Juan Pablo II, y cuyos granaderos, en un último y desesperado intento, llevaron a cabo heroicamente la última carga de caballería de la historia, frente a la "blitzkrieg" nazi.
PS: el del retrato es mi "tocallo" Chopin.
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