Monday, 6 August 2007

Ganó quien debía que ganar

El viernes pasado -¡finally!- pudo ser elegido el nuevo Rector de la UNR. De los dos candidatos que se disputaban el cargo, Ricardo Silberstein y Darío Maiorana, fue elegido finalmente el segundo.

Puede que la Univerdad pública argentina esté más allá de toda redención posible. Sin embargo, vale destacar que, al menos, ganó el rectorado quien debía. Pues el abogado-candidato avalado por el PS no escatimó chicanas y artimañas para alcanzar el puesto más elevado de la UNR. Así, dos veces si no recuerdo mal, los sectarios extremistas del ALDE y otras facciones de ultra-izquierda, con el "guiño" de Silberstein, impidieron el normal desempeño de las instituciones en nombre de una supuesta "democracia directa estudiantil" tan ridícula como insostenible.

Por supuesto que la fantochada de los "chinos", pues el ALDE se reivindica "maoísta", poco tenía que ver con el respeto a la voluntad estudiantil y mucho con una futura repartija de cargos y demás transas.

Entonces, que los sucesores de Onganía y su "noche de los bastones largos" queden afuera del rectorado universitario es, al menos para mí, una buena noticia.

Finalmente, algo que me parece destacable del flamante Rector es lo siguiente: para el primer evento de la Fundación Bases, un congreso internacional sobre la filosofía de Karl Popper, él nos permitió utilizar las instalaciones de la Facultad de Humanidades (de la que fue Decano hasta hace un par de meses). A su vez, para el congreso sobre la Escuela Austríaca del año pasado, Humanidades brindó su adhesión -cosa que no puede decirse de todas las universidades a las que fuimos a pedir un auspicio moral no económico. Con esto pretendo destacar la apertura de Maiorana a todo lo que tenga rigor académico, incluso eventos que como los mencionados, distan de tener un consenso o beneplácito generalizado en el ámbito universitario.

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