La semana pasada envié a "La Capital" una carta de lectores acerca de una patética coincidencia entre nuestra legislación provincial y el ordenamiento legal impuesto por los nazis en Alemania. Puesto que no creo la vayan a publicar, la pongo en este humilde medio.
La conclusión que uno podría sacar es que todos los intervencionistas se parecen.
Sr. Director,
En las librerías de nuestra ciudad puede encontrarse la reedición de una obra clásica sobre el período nacionalsocialista en Alemania. Nos referimos a la “Historia Social del Tercer Reich”, de Richard Grunberger. Poco pueden agregar estas líneas respecto de la solvencia y seriedad de dicho estudio sobre una de las épocas más negras de la humanidad.
No obstante, nos interesa poner de manifiesto –a partir del libro de Grunberger- una preocupante coincidencia legislativa entre la época nazi y nuestra actualidad provincial. Así, dice el autor en el capítulo dedicado a la economía del Tercer Reich que “la ley de protección del pequeño comercio congeló las dimensiones de las cadenas de tiendas, prohibiendo que se formaran otras” (Pág. 184). El grotesco parecido de familia entre esta “ley” nazi y el “régimen legal para grandes superficies comerciales” que rige en nuestra provincia (judicializando de la apertura de supermercados) resulta tan llamativo como alarmante. En tanto se supone que los poderes ejecutivo y legislativo provinciales habrían de diferenciarse substancialmente del totalitarismo hitleriano, uno no puede menos que escandalizarse al hallarlos concordando en la legislación de ucases.
La conclusión que uno podría sacar es que todos los intervencionistas se parecen.
Sr. Director,
En las librerías de nuestra ciudad puede encontrarse la reedición de una obra clásica sobre el período nacionalsocialista en Alemania. Nos referimos a la “Historia Social del Tercer Reich”, de Richard Grunberger. Poco pueden agregar estas líneas respecto de la solvencia y seriedad de dicho estudio sobre una de las épocas más negras de la humanidad.
No obstante, nos interesa poner de manifiesto –a partir del libro de Grunberger- una preocupante coincidencia legislativa entre la época nazi y nuestra actualidad provincial. Así, dice el autor en el capítulo dedicado a la economía del Tercer Reich que “la ley de protección del pequeño comercio congeló las dimensiones de las cadenas de tiendas, prohibiendo que se formaran otras” (Pág. 184). El grotesco parecido de familia entre esta “ley” nazi y el “régimen legal para grandes superficies comerciales” que rige en nuestra provincia (judicializando de la apertura de supermercados) resulta tan llamativo como alarmante. En tanto se supone que los poderes ejecutivo y legislativo provinciales habrían de diferenciarse substancialmente del totalitarismo hitleriano, uno no puede menos que escandalizarse al hallarlos concordando en la legislación de ucases.
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