1) Ayer empezó el nuevo ciclo televisivo: "La clave de Mariano Grondona". Además del obvio cambio de nombre llama la atención que el mismo se emite por "Canal 26" (de cable).
2) Desde que la la invasión "pingüina" tomó la Casa Rosada, los programas políticos conforman una especie en extinción dentro de la televisión abierta. Más llamativo se advierte el fenómeno cuando observamos que el hostigamiento a la prensa no distingue banderías políticas o "ideológicas". Así, desde Lanata hasta el propio Grondona, pasando por "Pepe" Eliaschev, incontables periodistas han sido expulsados de los medios.
3) Cualquiera que no adhiera total y absolutamente al dogma kirchnerista -o kakista como dice José Benegas- es catalogado como "hereje" y puesto a un lado con escalofriante rápidez (los siempre oficialistas "empresarios" televisivos venderían a su propia madre -o peor, la harían participar de Gran Hermano- a cambio de las migajas que les arroja el todopoderoso Albistur).
4) "Por sus frutos los conocerás" dice la Biblia. Muchos sentimos temor cuando un señor feudal se hizo con la presidencia. La respuesta más frecuente que recibíamos era que difícilmente Kirchner pudiese gobernar un país del mismo modo que una despoblada provincia patagónica. Desafortunadamente, en muchos aspectos, da la impresión que Santa Cruz resultó un hueso más duro de roer que la Argentina en su conjunto.
2) Desde que la la invasión "pingüina" tomó la Casa Rosada, los programas políticos conforman una especie en extinción dentro de la televisión abierta. Más llamativo se advierte el fenómeno cuando observamos que el hostigamiento a la prensa no distingue banderías políticas o "ideológicas". Así, desde Lanata hasta el propio Grondona, pasando por "Pepe" Eliaschev, incontables periodistas han sido expulsados de los medios.
3) Cualquiera que no adhiera total y absolutamente al dogma kirchnerista -o kakista como dice José Benegas- es catalogado como "hereje" y puesto a un lado con escalofriante rápidez (los siempre oficialistas "empresarios" televisivos venderían a su propia madre -o peor, la harían participar de Gran Hermano- a cambio de las migajas que les arroja el todopoderoso Albistur).
4) "Por sus frutos los conocerás" dice la Biblia. Muchos sentimos temor cuando un señor feudal se hizo con la presidencia. La respuesta más frecuente que recibíamos era que difícilmente Kirchner pudiese gobernar un país del mismo modo que una despoblada provincia patagónica. Desafortunadamente, en muchos aspectos, da la impresión que Santa Cruz resultó un hueso más duro de roer que la Argentina en su conjunto.
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