Friday 23 May 2008

"Menos la inflación, se está enfriando todo"

Transcribo abajo un "notón" que sacó hoy el portal de PuntoBiz sobre la situación actual de Rosario y el país (ah, para que no digan que no avisé, pone la piel de gallina).

Puede pasar cualquier cosa

En un día de caos y paranoia en la ciudad, ayer se paralizó la actividad. Para colmo, el fracaso de las negociaciones entre el campo y el gobierno anuncian hoy otro día difícil. La incertidumbre genera las condiciones para que, menos la inflación, se congele todo en la economía.

El brutal crimen del taxista Sergio Oberto ayer por la madrugada y la protesta de sus compañeros, que con cortes de calle bloquearon el acceso al centro desde temprano, derivó en un paro general de la CGT rosarina en reclamo de mayor seguridad que paralizó la ciudad desde el mediodía.

El comercio y los servicios (sobre todo los del centro) fueron los que más sintieron el parate de la actividad, pero como también se plegaron los choferes de colectivos urbanos y de media distancia, los bancarios y personal de la Aduana, la huelga complicó además a la industria y el comercio exterior.

Hacia el mediodía –con amenazas falsas de bombas a Falabella y mochilas dejadas abandonadas frente al restaurante Mercurio en la esquina de la Bolsa de Comercio– en el centro se respiró un aire de histeria colectiva que agregó nerviosismo al caos del tránsito

En círculos empresarios se llegó a especular que la muy rápida y muy contundente respuesta de la CGT (que había reaccionado tibiamente tras la muerte de 5 obreros de la construcción en 15 días y que nunca antes había hecho tan suyo el reclamo tachero y de seguridad ciudadana) fue posible porque el sindicalismo ya tenía todo listo para realizar hoy alguna movida para entorpecer la gran movilización del campo al Monumento del domingo.

En círculos políticos, en cambio, se especuló más con que la CGT rosarina aprovechó el reclamo tachero para realizar la primera huelga masiva contra el socialismo, que conduce Rosario y la Provincia.

La “sensación de validez” que tienen esas especulaciones de pasillo o la posibilidad de que alguien las pueda formular sin ser tildado de delirante bastan por sí solas para graficar el particular estado de ánimo que se respira en Rosario.

La calma que llegó a la tarde (cuyo silencio de ventas, producción y facturación es más triste que el caos de tránsito) fue la antesala de otra noche complicada. Esta vez la preocupación se sufrió en casa viendo por tele como en Buenos Aires fracasaron las negociaciones entre el campo y el gobierno por las retenciones.

Una nueva frustración que anuncia que se viene hoy otro día perdido para la economía (que ante tanta incertidumbre se frena) y un fin de semana de alta tensión en Rosario, que será escenario de una histórica movilización federal contra el gobierno nacional.

Así –entre paros, violencia, versiones y marchas en ciernes– Rosario puso ayer en listón más alto la “sensación térmica” del momento: hoy por hoy puede pasar cualquier cosa. Están dadas las condiciones para que pueda suceder cualquier cosa en cualquier momento. Todo es incertidumbre y el largo plazo es la semana que viene. ¿Alguien se anima a pronosticar qué pasará el lunes tras el acto?

Esa “sensación térmica” es el peor escenario posible para una economía que necesita tranquilidad y estabilidad en las reglas de juego para seguir superando escollos (alta inflación, crisis energética, baja productividad) y desarrollándose para que las mejoras económicas redunden en mejoras sociales.

La combinación de incertidumbre política, intranquilidad financiera, crispación social, paros gremiales, lock outs empresariales, conflicto sectoriales que llevan meses sin resolverse, alta inflación, mal humor social y un gobierno nacional cada vez más aislado de la ciudadanía, son factores que no hacen más que dificultar y entorpecer el trabajo cotidiano en las oficinas, complicar la producción de las fábricas, disminuir las ventas en los comercios, hacer inútil la planificación, abortar proyectos de crecimiento y frenar las inversiones necesarias.

Menos la inflación, se está enfriando todo en la economía argentina.

1 comment:

Anonymous said...

110 % de los habitantes de argentina son corporatistas interesados en como saquear 'legalmente' a sus vecinos : esos son los resultados.