La siempre "jugosa" sección En Off de Punto Biz publica hoy el siguiente comentario escuchado en el ágape de ayer de la Bolsa (que festeja 123 años):
"En otra mesa, un grupo de corredores se lamentó de que los buenos precios de los granos (¡que son bienvenidos!) estén desactivando el malestar del sector por la alta presión impositiva. Se quejaron, por ejemplo, del tarifazó que la Municipalidad les sacudió con el DREI. Igual, en el Centro de Corredores sigue tomando forma la posibilidad de un recurso ante la Justicia".
Este conformismo miope hace recordar que las retenciones establecidas por el presidente usurpador Duhalde fueron fijadas, inicialmente, en 10%. No obstante, ante el silencio del sector agropecuario, anestesiado por el boom de los precios de los commodities y el shock devaluatorio-pesificador, las subieron a 20% -ante lo que finalmente se tuvieron que despertar (hoy están en 23% y el ministro Peirano amenaza con subirlas más).
Cuando las papas quemen y las suban a 50%, como en la época de Alfonsín, o saquen del arcón de los recuerdos al IAPI (o directamente les nacionalicen los campos); o cuando Lifzschitz meta otro impuestazo a las corredoras, ¿tendrán derecho a quejarse quienes tan dócilmente se dejaron conducir al matadero?
"En otra mesa, un grupo de corredores se lamentó de que los buenos precios de los granos (¡que son bienvenidos!) estén desactivando el malestar del sector por la alta presión impositiva. Se quejaron, por ejemplo, del tarifazó que la Municipalidad les sacudió con el DREI. Igual, en el Centro de Corredores sigue tomando forma la posibilidad de un recurso ante la Justicia".
Este conformismo miope hace recordar que las retenciones establecidas por el presidente usurpador Duhalde fueron fijadas, inicialmente, en 10%. No obstante, ante el silencio del sector agropecuario, anestesiado por el boom de los precios de los commodities y el shock devaluatorio-pesificador, las subieron a 20% -ante lo que finalmente se tuvieron que despertar (hoy están en 23% y el ministro Peirano amenaza con subirlas más).
Cuando las papas quemen y las suban a 50%, como en la época de Alfonsín, o saquen del arcón de los recuerdos al IAPI (o directamente les nacionalicen los campos); o cuando Lifzschitz meta otro impuestazo a las corredoras, ¿tendrán derecho a quejarse quienes tan dócilmente se dejaron conducir al matadero?
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