Saturday 2 February 2008

Imposibles analogías

A horas del "súper martes", es imposible dejar de pensar en lo incomparables que son el sistema político estadounidense y el nuestro. Primero porque, el "súper martes" es la culminación de un proceso de primarias internas estaduales, por los que cualquiera que tenga intenciones de convertirse en candidato presidencial, ya sea republicano o demócrata, debe pasar. En cambio, en la Argentina, creo que ni un sólo partido realizó si quiera un simulacro de elección democrática de candidatos.

Además, otra cosa que me llama poderosamente la atención es que de los cuatro precandidatos con posibilidades de acceder a la nominación, sólo uno -la peor del grupo, Hillary Clinton- es homologable a alguna figura política autóctona. Va de suyo que la ex primera dama comparte ciertos parecidos con nuestra actua autodenominada "presidenta" (sic). Incluso, ambas, apelaron al argumento falaz de la "experiencia" en la gestión, cuando ninguna de las dos "gestionó" más que las economías hogareñas (en el mejor de los casos).

Ahora bien, del lote masculino de los precandidatos, encuentro imposible establecer comparaciones que se sostengan. Siguiendo con los demócratas, Barack Hussein Ubama podría relacionarse de alguna manera con el presidente de los odiados 90's, pero ello sería errar por mucho, puesto que la carga identitaria de la Obama reside en ser negro, no en ser musulmán (que además, él no lo es). Y ser negro en EUA es muy distinto a no pertenecer a la descendencia de alguna de las dos corrientes migratorias mayoritarias de nuestro país (española e italiana). El Obama argentino tendría que ser toba.

En el dúo republicano, las diferencias son incluso más notables. John McCain es un ex-piloto, prisionero de guerra de los nordvietnamitas. Mucho de su prestigio se basa en su heroísmo militar. En nuestro caso, un candidato con chances serias que provenga de la órbita castrense, es impensable. La última lamentable experiencia fue la de Aldo Rico, que se presentaba como un "héroe de Malvinas". No sólo que muchos afirman que Rico no disparó una sola bala en las islas, sino que el ex carapintada cambió sus "valores" filo-fascistas por los "valores" provenientes de la caja duhaldista. Nuestros militares no sirven siquiera para fascistas consecuentes (lo que ya es bastante bajo de por sí, obviamente).

Finalmente, Mitt Romney debe buena parte de su fama a la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City (2002) y a ser un multimillonario exitoso en el mundo de los negocios. En su caso el abismo es doble, pues no sólo los grandes eventos deportivos organizados por el estado son en nuestras tierras fantásticas oportunidades para el latrocinio (su hipotético par argentino sería famoso por haberse robado el dinero para la aerosilla) sino que los "empresarios" argentinos volcados a la política suelen tener un prontuario frondoso, no pudiendo justificar casi nunca su declaración de bienes y siendo, típicamente, "socios" del estado en sus emprendimientos.

1 comment:

Gabriel Zanotti said...

Excelente Federico! Es que tal vez la imposible analogía sea entre Argentina y EEUU, sencillamente...........