Tuesday 18 March 2008

La verdadera cara

Rosario tuvo un intendente, durante ocho años, incapaz de lograr traer una inversión a la ciudad que gobernaba. De hecho, ese intendente, se caracterizó por las obras "faraónicas" (que aún no se terminaron, como el tristemente famoso "nuevo HECA"), el desprecio lindando el resentimiento para con todo lo que sea "privado" y un afán tremendo por aumentar la injerencia -y el peso económico- del estado municipal. Tras un intento fallido en 2003, dicho ex-intendente fue premiado por la ciudadanía de su ciudad y de toda la provincia de Santa Fe con la gobernación.

Muchos esperaban que, mágicamente, su aversión por la actividad económica rentable y productiva mute hacia una actitud más "business-friendly". Pretensión que se hacía más lejana cuando el staff que lo acompaña en la provincia es casi el mismo que lo secundó en su gestión municipal. Y por supuesto, el flamante gobernador y su equipo no parecen dar muestras de haberse "civilizado" sino, más bien, de todo lo contrario. Así, las recientes declaraciones del ministro de la producción, un tal Bertero, lo dejan a uno perplejo. Siendo su cartera, justamente, la de la "producción", cómo puede ser que avale la expoliación (y la destrucción a mediano plazo) del sector más productivo de la economía nacional... ¡que encima se encuentra en su provincia!

La ciudad de Rosario y la provincia han emprendido, con sus autoridades socialistas haciendo las veces de celosos ejecutores, una tarea de autodestrucción pocas veces vista en la historia. Por un lado, el supuestamente "abierto a la actividad privada" intendente de Rosario acaba de poner fin a la construcción tal como la conocemos. Mientras que el gobernador y su séquito consideran que el problema de las retenciones se "reduce" a que las mismas no se "coparticipan".

En declaraciones levantadas por Punto Biz, Bertero afirma que “con respecto al tema de las retenciones, el mecanismo pareció apto cuando se planteó por una cuestión de equidad. [Santa Fe] aporta mucho y eso no vuelve en las mismas proporciones y en eso vamos a seguir insistiendo. Nuestro gobernador quiere que eso vuelva en obras, pero nosotros agregamos que queremos que vuelva en recursos para aplicar políticas de ayuda a los sectores agropecuarios.

Es decir que, para el ministro y su jefe, quienes generan riqueza en base a su competencia y eficacia deben, en nombre de la "equidad" (en este caso podría decirse que no es el patriotismo sino el afán de equidad el último recurso de los canallas), ver nacionalizadas sus utilidades. Eso es justo y equitativo. Por tanto, el único problema que resta solucionar es el de la "repartija" de los fondos robados, perdón, recaudados. Cuando también el ministro de la "producción", y no sólo la presidente, pueda disponer de lo que produjeron otros, se podrán realizar tanto las "obras" como llevar adelante las "políticas agropecuarias" que finalmente "devuelvan" a Santa Fe, es decir, a las autoridades santafesinas, lo que aportaron muchos de sus ciudadanos... Deben creer que somos imbéciles.

1 comment:

Anonymous said...

Equidad. Concepto ambigüo y equivoco si los hay. ¿Quién decide qué es equitativo y qué no lo es? Peor aún, ¿de donde saldrán los incentivos para trabajar y producir cuando se haya logrado imponer la igualdad de resultados?

La irracionalidad económica que manifiestan las mayoría de las medidas económicas del gobierno nacional es sólo superada por su inmoralidad. En el tema retenciones, está claro que la discusión provincia /nación es suscitada de manera exclusiva por la voracidad de cada una de las partes.

Slds,

Patricio L.